Vuelve a llegar la hora..
y que amargura; nudo de desazón en la garganta y casi con el alma derretida entre los párpados.
Vuelven las despedidas y yo como gota de agua en el desierto, sin querer evaporarme. Casi quiero hasta patalear.
Se que soy ácida hasta doler, rodaja de lima en labios agrietados. Agua de mar en las pestañas.
La misma en pretérito pluscuamperfecto y ni rabiando cambio y mira que es gerundio.
Soy lo que nadie espera encontrar. Lo bonito de los amaneceres y la tristeza de los atardeceres de domingo. Casi me he estancado en esos puntos del día últimamente
Pero nada de eso me quita esta congoja de las manos.
Un remedio de esos caseros marchando por favor.
Vuelve mi auto-catarsis, no me calma el psique.
Vuelvo de nuevo a mi vórtice.
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