martes, 13 de mayo de 2014

Oh, aquí pondré mi descanso eterno 
y sacudiré el yugo de las estrellas enemigas 
quitándolo de esta carne harta del mundo. 
¡Ojos, mirad por última vez! ¡Brazos, dad vuestro último abrazo! 
Y vosotros, labios, puertas del aliento... 
sellad con legítimo beso una concesión 
sin término a la muerte rapaz.

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