
Me encanta que me duela, que me sangre que me escueza. Que sepa amargo, ácido, acerbo.
Que no te importe, me encanta.
No sabes lo que me maravilla que hagas todo eso que me estremece, que me acongoja el corazón, que me corta las alas y me presiona el pecho.
Como un disparo a bocajarro.
Me deleito viéndote, observando tus pasos, tus tumbos, tus vueltas de campana, tu lujuria color bermejo, tu sonrisa en boca de otra. ¡Funesto!
No me puede gustar mas que me decepciones porque me haces darme cuenta, me haces frenar en seco mi arrullo de sentimientos y qué mejor que eso de los topes en las puertas en las que hay corrientes de aire para ahorrar portazos.
Aunque me encante el drama de las escenas de marcharse con portazo.
Que te de igual, ¡arroba!
Esto del tira y afloja ya me esta desgastando las ganas.
Me cansas.
Me seduce tu desdén, me impresiona.