domingo, 26 de febrero de 2017

No te voy a dejar hueco entre mis espinas. Ni en mis manías te dejaré descansar. No te quiero enredado en mis raíces. No me valen tus razones.

Me encanta que me duela, que me sangre que me escueza. Que sepa amargo, ácido, acerbo.

Que no te importe, me encanta. 

No sabes lo que me maravilla que hagas todo eso que me estremece, que me acongoja el corazón, que me corta las alas y me presiona el pecho. 
Como un disparo a bocajarro. 

Me deleito viéndote, observando tus pasos, tus tumbos, tus vueltas de campana, tu lujuria color bermejo, tu sonrisa en boca de otra. ¡Funesto!

No me puede gustar mas que me decepciones porque me haces darme cuenta, me haces frenar en seco mi arrullo de sentimientos y qué mejor que eso de los topes en las puertas en las que hay corrientes de aire para ahorrar portazos.
Aunque me encante el drama de las escenas de marcharse con portazo.
Que te de igual, ¡arroba!

Esto del tira y afloja ya me esta desgastando las ganas.
Me cansas.


Me seduce tu desdén, me impresiona. 

domingo, 5 de febrero de 2017

Me he vuelto una mendiga en esto de los sentimientos. Se ha vuelto mi rutina lo de ir recogiendo las limosnas de cariño que le sobra al resto y hasta me he creído afortunada con ello, he ido derrochando y presumiendo de algo que no estaba realmente a mi alcance y de nuevo me he dado de bruces contra la realidad. 

Una hostia de esas distinguidas, abismales, con honda expansiva en todas las direcciones.
Localización: mediastino medio.
Profundidad: indeterminada.
Magnitud de la catástrofe: 9,2 en la escala de Richter.

La culpa es tuya por pensarte generoso. 
Si sabías la intensidad ¿por qué no avisar?

Sin dramas.

Que enjuto se me ha quedado el alma a pesar de los manjares. Que magro el psique. 
La culpa es mía, por creer que tus sobras de amor llenaban el corazón.

No hay fallo. Sin dramas he dicho.

Corto se me ha quedado lo de ser tu femme fatale.
¿Ahora? Implicaciones las justas y hacer de ego corazón.